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jueves, 7 de diciembre de 2023

La mies es mucha, más los obreros pocos


 Lectura bíblica: Mateo 9:35-38

Texto para memorizar: Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” Mateo 9:38.

INTRODUCCIÓN: La palabra mies viene del latín messis, que significa cosecha. Es cereal que ya está maduro para ser recolectado. Jesús comparaba la mies con la gran cantidad de personas prontas a su conversión al Señor por medio de la evangelización. 

I. ¿DÓNDE ESTÁ LA MIES? (Mateo 9:35)

Para Jesús la mies estaba en las ciudades, en las aldeas, y en las sinagogas; por eso él iba de un lugar a otro metido de lleno entre la mies. El Señor tenía clara su visión y su misión (Mr. 1:38). Tristemente muchas iglesias han perdido la visión evangelística, y ya no quieren salir de las cuatro paredes de su templo a evangelizar al mundo perdido. Existen ciudades del país donde no tenemos iglesias evangélicas; y en nuestro estado colonias y pueblos sin evangelizar. El lugar donde trabajamos o estudiamos, con los vecinos, y la familia, es parte de la mies que tenemos que recoger en los graneros del Señor. Rom 10:14  ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 

II. ¿CUÁL ES LA CONDICIÓN DE LA MIES? (Mateo 9:35b, 36)

Jesús ve un mundo enfermo que necesita sanidad, que necesita alivio para sus dolores; la medicina es el evangelio, solo Cristo puede salvar y sanar al mundo. Hay quienes dicen: “vamos a esperar que sea el tiempo de Dios para salir a predicar”, pero desde hace dos mil años los campos están listos para la cosecha (Jn. 4:34). En segundo lugar, Jesús ve a las multitudes como ovejas descarriadas que necesitan venir al pastor de las almas (Is. 53:6, He. 13:20). Las ovejas están dispersas y hay que traerlas al redil. Si todos nos propusiéramos a traer un alma al templo, en un año seríamos el doble de los que somos ahora. 

III. ¿POR QUÉ LOS OBREROS SON POCOS? (Mateo 9:17)

Esta es una realidad de la que Cristo habló. Hay pastores que atienden dos o tres iglesias, porque no hay hermanos que quieran trabajar en la obra de Dios; a pesar de que tenemos nuestro instituto bíblico siguen faltando obreros. Hay hermanos que podrían atender una congregación, pero el temor a sufrir económicamente, el amor al materialismo y a las comodidades, la falta de amor por los perdidos, la indiferencia, son algunas de las razones por las que no quieren ir a la mies. Dios bendiga a los pastores y a las hermanas que están trabajando en el ministerio de la predicación, el Señor los recompensará (1 P. 5:4). 

IV. ¿QUÉ PODEMOS HACER PARA QUE HAYA MÁS OBREROS? (Mateo 9:38)

"Rogar al Señor de la mies..." ¿Cuántos de nosotros somos la respuesta a ese ruego?, estamos pidiendo que Dios mande a otros, y tal vez al que quiere Dios enviar es a ti. Por eso tenemos que seguir orando para que Dios convenza a los que se resisten al llamado, y a los que tienen miedo de servir. Roguemos que haya hombres y mujeres que respondan al llamado (Is. 6:8). Nosotros no podemos producir obreros, estos deben venir de Dios; es Dios quie puede poner en el corazón de los hombres la pasión por las almas perdidas (Jr. 20:9).

CONCLUSIÓN: La mies necesita llevarse a los graneros, y Dios quiere hombres que digan: “Estoy dispuesto a ayudar a que esta mies pueda entrar a los graneros eternos”. Tengamos está necesidad siempre en nuestras oraciones, roguemos con lágrimas por más obreros. 

 

sábado, 5 de enero de 2013

EN BUSCA DE OTRA OPORTUNIDAD


“Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo.” Marcos 14:51,52

En el evangelio según San Marcos se encuentra registrado este incidente, un joven envuelto en una sábana que sigue a Jesús, pero al ser descubierto él huye, ¿de quién se trata? La Biblia no nos dice su nombre. La mayoría de los comentaristas concuerda que se trata de Juan Marcos, el mismo que escribió el evangelio.

Este incidente nos revela el carácter inconstante de un joven que siempre huye, como veremos en nuestra meditación. Por otro lado veremos la misericordia de Dios al darle otra oportunidad, y al ayudarlo a ser un discípulo fuerte y firme.
                                 
De ser Juan Marcos, tenemos algunos detalles de su vida. Se sabe que Juan Marcos era hijo de María, y que en su casa se celebraban reuniones de oración. “Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando.” Hechos 12:12.  Este versículo nos revela también por su contexto, que conocía al apóstol Pedro.

Juan era su nombre hebreo, y Marcos su nombre griego. Su madre era una mujer creyente. Su tío era Bernabé, un hombre reconocido en la iglesia y un misionero que fue compañero de Pablo. “Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle;” Colosenses 4:10

Primera oportunidad fallida: fracasó al seguir a Jesús.

“Pero cierto joven le seguía, cubierto el cuerpo con una sábana; y le prendieron; mas él, dejando la sábana, huyó desnudo.” Juan 14:51,52

Joven quizá te identifiques con Juan Marcos en tu intento de seguir a Jesús, cuando has fallado, y creas que ya todo está perdido, no desanimes. Marcos lo siguió intentando.

Segunda oportunidad fallida: fracasó como misionero.

Después de convertirse en creyente quería servir al Señor, y se convirtió en ayudante de Bernabé y Saulo. “Y Bernabé y Saulo, cumplido su servicio, volvieron de Jerusalén, llevando también consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos.” Hechos 12:25.

Bernabé y Saulo lo llevaron en su primer viaje misionero. “Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.” Hechos 13:5.

Por alguna razón no terminó de realizar ese primer viaje, sino que se regreso y abandono la obra de Dios. “Habiendo zarpado de Pafos, Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia; pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén.” Hechos 13:13.

La inconstancia que le caracterizaba volvió a salir a flote, (El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Santiago 1:8) Tú joven que fuiste llamado para servir y que no lo haces, ¿no te identificas aquí? El Señor aún te requiere.

A pesar de los fracasos de Juan Marcos, siempre estaba buscando otra oportunidad, lo cual otros dejan de intentar.

Tercera oportunidad: causa problemas.

En el tiempo que Juan Marcos regreso a su casa, el Señor debe haber tratado con él, se pudo haber sentido mal por haber abandonado la obra. En eso busca otra oportunidad de servir, y esto hace que cause problemas entre Bernabé y Saulo, a tal grado que los separa. Bernabé le da una oportunidad no así Saulo.

“Y Bernabé quería que llevasen consigo a Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos; pero a Pablo no le parecía bien llevar consigo al que se había apartado de ellos desde Panfilia, y no había ido con ellos a la obra. Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,” Hechos 15:37-39.

En esta ocasión demostró un cambió verdadero que cambiaria su vida, Dios había obrado en él. Y esto lo vemos en la cuarta oportunidad.

Cuarta oportunidad: es fiel y se convierte en un vencedor.
                            
Dios es bueno, y el nos da otra oportunidad, mientras hay vida claro está. Su testimonio fue tan convincente que el mismo Pablo le da oportunidad de trabajar con él. Pablo incluso lo recomienda a las iglesias. “Aristarco, mi compañero de prisiones, os saluda, y Marcos el sobrino de Bernabé, acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere a vosotros, recibidle;” Colosenses 4:10

Marcos se convirtió en un fiel colaborador de Pablo, y en su prisión lo manda a traer con el encomio de: “…Toma a Marcos y tráele contigo, porque me es útil para el ministerio.” 2 Timoteo 4:11.

No solo fue una bendición para Pablo sino también para el mismo Apóstol Pedro. “La iglesia que está en Babilonia, elegida juntamente con vosotros, y Marcos mi hijo, os saludan.” 1 Pedro 5:13.

Pero la bendición más grande la hemos recibido nosotros, porque la obra más grande que hizo fue haber escrito el Evangelio que lleva su nombre. Obra que ha sido de bendición en todas las épocas de la iglesia, y en todo el mundo.

Que grande es Dios que se vale de instrumentos débiles, pero que están dispuestos a buscarle siempre, con amor y sinceridad.

CONCLUSIÓN.

Este puede ser tu caso joven, ¿cuantas veces has fracasado en tu vida cristiana?, sin embargo Dios ha dejado este registro para que conozcas lo que el puede hacer contigo. Debes buscar otra oportunidad, porque es Dios el que te la está ofreciendo, Dios te ama joven, no dejes pasar la oportunidad de hoy.

DIOS TE BENDIGA Y TE AYUDE A SER UN CRISTIANO FIEL Y VERDADERO.