EL HUERTO DE EDÉN UN PARAÍSO PERFECTO

                                            

Lectura Bíblica Génesis 2.7-9. “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente. Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado. Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal.”

¿POR QUÉ EL EDÉN ERA UN PARAÍSO PERFECTO?

1.- PORQUE NO HABÍA PECADO. (Génesis 2:25 “Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban”.) Estaban en un estado de inocencia.

2.- PORQUE NO EXISTIA LA MUERTE. (Gn. 2:9 “Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto,…”) No había enfermedad ni dolor. La muerte vino cuando los hombres pecaron (Ro.5:12)

                             

3.- PORQUE NO LES FALTABA NADA. (Gn. 2:9) Podían disfrutar de todos los árboles frutales.

4.- PORQUE TENÍAN UNA PERFECTA COMUNIÓN CON DIOS. (Gn. 2:16 “Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;”) Dios hablaba directamente con Adán. Está comunión se perdió por causa del pecado. Pero ahora  tenemos la comunión por medio de Jesucristo. (2 Co. 5:19 “que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”)

                                                                                      

CONCLUSIÓN: El primer paraíso se perdió por la desobediencia de Adán, pero existe un paraíso perfecto que Cristo nos ha preparado en el cielo, y se obtiene creyendo en Jesucristo como nuestro salvador. 

(Lucas 23:42,43. “Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”) 

(Apocalipsis 2:7 “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios.”)