“Pero este género no sale sino con oración y ayuno.” Mateo 17:21
Algunos dicen que hay distintas clases de ayuno, por
ejemplo; ayuno húmedo, que puedes tomar agua, o jugos; ayuno parcial, que es
dejar de comer carnes; otros van más lejos, diciendo que ayunan no comiendo
espagueti, o dejar de ver televisión, etc.
Pero bíblicamente ayuno es dejar de
comer alimentos, y líquidos; o sea un ayuno total. El ayuno trae grandes
beneficios al cuerpo y al espíritu. El ayuno no es para adelgazar, ni tampoco
es malpasarse, sino que tiene propósitos más elevados.
Enseñanzas de Jesús
sobre el ayuno. Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas; porque ellos
demudan sus rostros para mostrar a los hombres que ayunan; de cierto os digo
que ya tienen su recompensa. Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu
rostro, para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en
secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. (Mt
6:16-18)
Jesús nos enseña a ser discretos a la hora de ayunar.
Primero, el ayuno no es para presumir, no debemos andar diciendo que estamos
ayunando, o querer hacerlo para aquímostrar a los demás que somos muy espirituales.
Segundo, el ayuno debe ser secreto, y Dios nos recompensará en público.
Jesús enseñó que cuando él ya no estuviera en la tierra
los discípulos tenían que ayunar, es por eso que es necesario que ayunemos. Entonces vinieron a él los discípulos de
Juan, diciendo: ¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus
discípulos no ayunan? Jesús les dijo: ¿Acaso pueden los que están de bodas
tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Pero vendrán días cuando
el esposo les será quitado, y entonces ayunarán. (Mt 9:14,15)
Jesús nos enseñó con el ejemplo, el ayunó cuarenta días
con sus noches, algunos dicen que él pudo porque era Dios, pero recordemos
que también era hombre, y él sintió la misma hambre que sentiría cualquiera de nosotros.
Si él siendo el Hijo de Dios ayunó cuánto más nosotros debemos hacerlo.
Jesucristo sabía todo lo que se necesitaba para triunfar en su obra redentora,
lo que iba a enfrentar, por eso después del bautismo lo primero que hizo fue
ayunar, antes de salir a predicar. Jesús,
lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al
desierto por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en
aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. (Lc 4:1,2) Después de
enfrentar al diablo y vencerlo, regreso del desierto en el poder del Espíritu;
y eso sucede cundo ayunamos Dios nos da poder para vencer las tentaciones, el
pecado, y las fuerzas de las tinieblas. Y
Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda
la tierra de alrededor. (Lc 4:14)
Jesús también nos enseñó a ayunar para expulsar demonios,
y en casos donde no basta con orar, sino que tenemos que ayunar, en problemas difíciles,
o en enfermedades de muerte, hay que ayunar con la familia si es cristiana,
o con la iglesia. Pero este género no
sale sino con oración y ayuno. (Mt 17:21)
¿Cómo se hace un
ayuno? Lo primero que uno debe tener es un propósito definido. Uno
de los propósitos más importantes es buscar el rostro de Dios, la presencia de
Dios, para humillarnos y depender de él, para que él nos use en su obra; para
buscar su dirección, su guía, y su poder. Tocad
trompeta en Sion, proclamad ayuno, convocad asamblea. (Joel 2:15) Entonces Saulo se levantó de tierra, y
abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le
metieron en Damasco, donde estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió. (Hch
2:8,9) Otro propósito es por algún problema que no tiene solución como el caso
de Ester, que fueron librados ella y su pueblo de morir… Vé y reúne a todos los judíos que se hallan en Susa, y ayunad por mí, y
no comáis ni bebáis en tres días, noche y día; yo también con mis doncellas
ayunaré igualmente, y entonces entraré a ver al rey, aunque no sea conforme a
la ley; y si perezco, que perezca. (Est 4:16) Lo mismo sucedió con los
ninivitas que se arrepintieron en ayuno y Dios los perdonó, y los libró del
juicio. E hizo proclamar y anunciar en
Nínive, por mandato del rey y de sus grandes, diciendo: Hombres y animales,
bueyes y ovejas, no gusten cosa alguna; no se les dé alimento, ni beban agua.
(Jon 3:7)
Segundo, ya que tienes tu propósito; en la noche antes de
dormir has una oración a Dios, y dile el propósito de tu ayuno, y a qué
hora piensas terminarlo. Al siguiente día vuelves a orar para que Dios te
ayude. Durante el ayuno procura no enojarte, ni pelear, procura estudiar la
Biblia, dedica ese tiempo para Dios, en oración y meditación de su palabra.
Cuando termines el ayuno, entrega tu ayuno como una ofrenda a Dios, y dale
gracias por ese tiempo, confía en Dios que él lo ha recibido, y espera la
respuesta.
El tiempo de ayuno cada uno lo propone según sus fuerzas
y su deseo de estar con Dios; puede ser después de mediodía, un día
completo, dos días, o más. Las veces que uno ayuna también ya es de que cada
quien, pero por lo menos una o dos veces por semana hay que hacerlo, y no como algunos ayunan cada año. Otra cosa
que cuando uno ayuna si somos casados, hay que ponernos de acuerdo con el cónyuge,
porque debemos abstenernos de las relaciones sexuales. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo
consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros
en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. (1
Co 7:5)