“Y todo lo que
pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.” Mt 21:22
Orar viene del Lat. Orare,
y quiere decir “hablar, pedir o rogar por algo”. Orar también es suplicar,
adorar. Orar es hablar con Dios,
todos sabemos hablar, o platicar con alguna persona, así que no es tan complicado
aprender a orar. Dios es un ser personal; habla, escucha, siente, por eso no
debes dudar que él te escucha cuando oras. La oración es el medio para comunicarnos
con Dios. Clama a mí, y yo te responderé,
y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces. (Jer 33:3)
Jesús, a pesar de que era el Hijo de Dios, tuvo una vida de
oración, él se levantaba muy de mañana para orar antes de comenzar sus
actividades, y si él necesitó orar cuánto más nosotros. Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un
lugar desierto, y allí oraba. (Mr 1:35)
Nuestras oraciones
deben ser dirigidas al Padre en el nombre de Jesús. Uno de los mayores
errores de muchas personas es hacer oraciones a personas muertas que no pueden
interceder por nosotros, o las hacen a un “santo”, o a un ídolo; esto es porque
no leen la Biblia, o porque así les han enseñado, o porque siguen una
tradición. La Biblia nos enseña que solo hay un Dios, y solo un mediador: Porque hay un solo Dios, y un solo mediador
entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre. (1 Ti 2:5) Nadie sino solo
Jesucristo, es nuestro mediador. Fuimos adoptados por el Padre celestial, y por
eso tenemos el derecho de orar a él. No
me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo
que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. (Jn 15:16) No dice en el
nombre Pedro, o de Juan, o de Pablo, o de María… sino en su nombre. En aquel día no me preguntaréis nada. De
cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os
lo dará. (Jn 16:23)
¿Cuál es la forma
correcta de orar? Muchas oraciones no son contestadas por pedir de una
forma incorrecta. Por eso debemos aprender a orar, como tuvieron que aprender
los discípulos de Cristo. Aconteció que
estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo:
Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. (Lu
11:1)
Debemos orar con fe. La fe mueve montañas. No fueron
las largas oraciones las que movieron la mano de Dios, ni la elocuencia; la fe
es la llave que abre la puerta de las bendiciones celestiales. Y todo lo que pidiereis en oración,
creyendo, lo recibiréis. (Mt 21:22) Pero
sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. (He 11:6)
Debemos orar con humildad. Muchos le exigen a Dios, o
le ponen condiciones, algunos hasta lo retan; eso no es humildad. Veamos un
ejemplo: Vino a él un leproso, rogándole;
e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. Y Jesús, teniendo
misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. (Mr
1:40, 41) Primero, llegó rogándole; segundo, dobló sus rodillas; tercero, le
pidió que hiciera su voluntad. El resultado fue que Jesús tuvo misericordia y
lo sanó.
Debemos orar con perseverancia. Aunque no veamos la
respuesta inmediata, Dios hará su obra. Orad
sin cesar. (1 Ts 5:17) También les
refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar… (Lc
18:1)
Debemos orar conforme a su voluntad. Dios nunca nos
va a dar algo que nos hará daño, la voluntad de Dios es perfecta, y buena. Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. (1 Jn 5:14)
¿Por qué creemos
que Dios puede contestar nuestras oraciones? En primer lugar, porque el
mismo nos dice que clamemos a él. Clama a
mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no
conoces. (Jr 33.3) En segundo lugar, porque somos sus hijos. El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? (Ro 8:32) En tercer lugar, porque Dios nos ha dejado muchas promesas
en su palabra, y él es fiel a su palabra. Mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió. (He 10:23)
¿Qué cosas debemos
pedir en oración? Nuestro Señor Jesucristo nos dejó un modelo de
oración en el Padre nuestro. Muchos repiten las mismas oraciones muchas veces
en los rezos, o sus oraciones son monótonas, o repiten lo que otros
escribieron, Jesús dijo lo siguiente: Y
orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su
palabrería serán oídos. (Mt 6:7) La oración es para adorar a Dios, y no
solo para pedirle cosas. Segundo, debemos pedir que su reino venga, Cristo
vendrá con poder. Tercero, que se haga su voluntad, y no la nuestra. Cuarto,
que nos dé nuestro pan diario, es decir; para nuestras necesidades. Quinto, que
él nos perdone, y nos ayude a perdonar, porque si no, no seremos perdonados.
(Mateo 6:9-15)
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