martes, 9 de junio de 2015

LA AUTORIDAD DE CRISTO

LECTURA BÍBLICA: LUCAS 9:1-6
TEXTO PARA MEMORIZAR: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.” Mateo 28:18.
Autoridad 1. Poder que gobierna o ejerce el mando, de hecho o derecho. 2. Potestad, facultad, legitimidad. 3. Prestigio y crédito que se reconoce a una persona o institución por su legitimidad por su calidad y competencia en alguna materia. El Señor Jesucristo se caracterizó por tener un ministerio lleno de autoridad, Él tenía la autoridad de Dios mismo.
I.- LA AUTORIDAD DE CRISTO
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Cuando Jesús enseñaba lo hacía con autoridad, los hombres así lo reconocieron (Mt. 7:28, 29). No solo los hombres reconocían la autoridad de Cristo, también los mismos demonios la reconocieron y se sujetaban a la Palabra del Señor (Mr. 1:23, 27). Podemos leer en la Palabra  de Dios las innumerables sanidades que realizó nuestro bendito Salvador. Los enemigos de Cristo se preguntaban de donde tenía él esa autoridad, ellos nunca la negaron solo se preguntaban de donde la tenía (Mt. 21:23; Mr. 11:28). Jesús afirmó que está autoridad la recibió del Padre (Jn. 5:26,27).
II.- LA AUTORIDAD DE CRISTO DADA A LOS CREYENTES
Nuestro Señor Jesucristo dio está misma potestad a los apóstoles (Mt. 10:1). Después comisionó a otros setenta a quienes les dio la autoridad de sanar enfermos, y echar fuera demonios (Lc. 10:1, 9). Pero también antes de ascender al cielo el Señor dio esa autoridad a todo creyente (Mr. 16:17, 18).
Los apóstoles y la iglesia del primer siglo entendieron lo que Cristo les había dejado, y echaron mano de ella (Mr. 16:20). Debemos tener bien claro que los creyentes no poseemos autoridad por nosotros mismos, es en su Nombre que se operan los milagros y las maravillas del Señor. ¿Para qué nos sirve la autoridad que Cristo nos dio?
1.- Autoridad para echar fuera demonios. Tenemos ejemplos en la Biblia de personas que sin tener autoridad quisieron echar fuera un demonio y fue inútil (Hch. 19: 13-17). El cristiano siempre debe estar preparado para enfrentar al enemigo y reprenderlo con autoridad (Lc. 10:19)
2.- Autoridad para sanar enfermos (Mt. 10:8). Si todos usáramos ese poder que            Cristo nos ha dado, nuestras iglesias tendrían un gran crecimiento, ya que a veces se piensa que solo los pastores pueden orar por los enfermos; tenemos que creer en las promesas del Señor y usarlas (Hch. 5:15, 16).
3.- Autoridad para hablar la Palabra de Dios (Tit. 2:15). En lo se refiere a la predicación de la Palabra a las almas nuevas todos debemos predicar el evangelio, y debemos hacerlo con autoridad. Cuando hablamos de la Palabra de Dios, o predicamos la sana doctrina debemos hacerlo sin titubeos, recordemos que el evangelio es Poder de Dios (Ro. 1:16), y que el Reino de Dios está fundado en poder (1 Co. 4:20).
                                                                                       
Resultado de imagen para la autoridad del cristiano para echar fuera demonios4.- Autoridad para exhortar y reprender (Tit. 2:15) Dios ha dado una autoridad especial a cada pastor para predicar y gobernar en la iglesia. Sin embargo notemos que tal y como ocurrió con Tito, suele ocurrir hoy, que algunos menosprecian esa autoridad. Hermanos que nadie menosprecie la autoridad que Dios le ha dado a los pastores, no menospreciemos a nuestro pastor, no rechacemos la autoridad que Dios estableció (Jud. 1:8). Hay quienes no les gusta que se les corrija, esto no es nuevo, no siempre que predicó Jesús gustó a toda la gente, hubo quienes se sintieron ofendidos por la predicación (Mt. 15:12; Jn. 6:60-62), pero la Palabra es de Dios, y si nuestro pastor nos corrige conforme a la Biblia vamos a obedecer.
III.- ¿CÓMO PODEMOS RECIBIR MÁS LA AUTORIDAD DE CRISTO?
Resultado de imagen para el poder de la oracionPor medio de la oración y la búsqueda constante de la presencia de Dios. No podemos tener la autoridad de Cristo sin Cristo. Él es la fuente de todo poder (Mt. 28:18). A través del Espíritu Santo (Hch.1:8; 10:38). También usando las Sagradas Escrituras para predicar, usar la Biblia en la predicación nos da autoridad (Is. 8:20). Teniendo un testimonio conforme a la Palabra de Dios, ya que si no ponemos por obra lo que sabemos y enseñamos la gente no recibe el mensaje, en cambio; cuando damos ejemplo, las personas reciben el mensaje porque ven que nosotros lo hacemos.
Hay en el mundo gente que necesita ser libre del pecado y de los vicios, tenemos la autoridad que Cristo nos dejó para predicar su evangelio, hay enfermos que necesitan ser sanados, Dios ya nos mandó a orar por ellos en el nombre de Jesús. Hagámoslo, usemos la autoridad de Jesucristo.




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