Santiago 5:16
Eficaz es algo que produce el efecto esperado, que va bien para determinada cosa.
Todos queremos que nuestras oraciones sean contestadas, pero necesitamos aprender el arte de la oración; más bien de la oración eficaz. Por eso debemos aprender de los hombres de Dios que fueron creyentes de oración, como Elías, que aunque era sujeto a pasiones como las nuestras, oraba con eficacia.
1. La oración eficaz es aquella que se hace con fe.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Santiago 5:15
Fe es creer en Dios, y saber y confiar en lo que él puede hacer. Aveces tenemos poca fe, pero Dios la puede usar para hacer grandes cosas, porque él es grande.
Hay que pedir con fe. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago 1:6
Sin fe no vamos a recibir nada. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Hebreos 11:6
Nuestra fe debe crecer cada día, inicia como una pequeña semilla, pero crece hasta ser un árbol que da fruto. Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
S. Lucas 17:6
2. La oración eficaz se hace con un corazón limpio.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Santiago 5:16
No podemos esperar que Dios conteste nuestras oraciones cuando tenemos un corazón lleno de resentimientos, o de amarguras, o que tengamos falta de perdón. Primero tenemos que pedirle a Dios que nos limpie, nos perdone, y nos ayude a perdonar. Por eso Santiago dice que debemos confesar nuestras ofensas unos a otros, porque todos ofendemos de hecho o palabra. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
S. Mateo 5:23-24
3. La oración eficaz sale de los labios del justo.
...La oración eficaz del justo puede mucho.
Santiago 5:16
Un justo es aquel que practica la justicia. Aunque en Romanos 3:10 dice que no hay justo ni aun uno, sin embargo, nosotros los creyentes hemos alcanzado la justicia por la obra de Cristo en nosotros. Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Romanos 5:1
Cuando Cristo viene a nuestra vida hace un cambio en nosotros, el nos da su justicia, y nos ayuda a vivir una vida recta, santa, y justa. Por eso somos justos a los ojos de Dios.
Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo.
1 Juan 3:7
4. La oración eficaz es aquella que se hace fervientemente.
Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Santiago 5:17
Ferviente es algo que está hirviendo, es una actitud de profunda veneración religiosa. Orar fervientemente es orar con entusiasmo, todos los sentidos, pensamientos, y sentimientos, se involucran. Un ejemplo lo encontramos en la iglesia primitiva, cuando fueron amenazados fueron y oraron con fervor. La respuesta de Dios fue inmediata, el lugar tembló, y fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios. Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;
Hechos 4:24
Algunos al orar solo dicen "amén" oyendo al que dirige la oración. Otros al orar se quedan dormidos, sus oraciones son tan mecánicas, tan monótonas, que dejan frío a cualquiera. Debemos orar con pasión, con entusiasmo, con profundidad.
Otro ejemplo es el de Pablo y Silas. Que oración tan fervorosa, los presos los oían, los cimientos de la cárcel se estremecieron, y la familia del carcelero fue salva.
Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.
Hechos 16:25
Elías también oró con fervor, el cielo se cerró por tres años y medio, hasta que el malvado rey Acab se arrepintiera. Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.
1 Reyes 17:1
Después, cuando el pueblo de Israel se volvió a Dios en arrepentimiento, volvió a orar fervientemente, y la lluvia volvió a caer a pesar de las pasiones humanas y carnales que había en el profeta. Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses.
Santiago 5:17
5. La oración eficaz es persistente.
Así que Pedro estaba custodiado en la cárcel; pero la iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él.
Hechos 12:5
La eficacia de la oración no la determina la cantidad de las personas que oran, o cuan arreglada esté la iglesia, sino el que se haga con persistencia. Cuando Pedro estaba encarcelado, los hermanos se reunieron a orar en una casa, la respuesta vino a la media noche, porque a esa hora seguían orando por Pedro. Es algo curioso que también a la media noche vino la respuesta a Pablo y Silas.
Tal vez a la primera que oramos no vemos respuesta, aprendamos del profeta Elías, tuvo que orar hasta siete veces, no se levantó hasta que vio venir la lluvia.
Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye. Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.
1 Reyes 18:41-46
Conlusión.
Podemos decir que una oración eficaz es aquella que es contestada conforme a la voluntad de Dios.
Sigamos orando, y creciendo, y practicando la oración. Mi madre suele decir: la práctica hace al maestro.