jueves, 28 de marzo de 2024

Las Siete Palabras de Cristo en la Cruz


Se le conoce así a las últimas frases que dijo Jesús antes de morir en la cruz. Cada una de estas frases es un mensaje de esperanza para los que creemos en Jesucristo.

1. La palabra de perdón: “…Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Lc. 23:34.

Una y otra vez el Señor nos enseña la importancia de perdonar a los que nos hacen mal (Mt. 6:12, 14,15; 18:21, 22, 35), y ahora predicaba con su ejemplo; Jesús estaba intercediendo por sus verdugos, por los que le rechazaron, y también por nosotros; gracias a esta oración y a la muerte de Cristo tenemos perdón de pecados. 

2. La palabra de la promesa: “…De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”. Lc. 23:43.

La misión suprema de Cristo fue salvar a los pecadores, y el buscó salvar a los pecadores aún hasta en su último aliento. El malhechor se arrepintió, y puso su fe en Jesús, esa decisión cambió su destino eterno.Tan pronto murió, fue con Jesús al paraíso. 

3. La palabra de provisión: “…Mujer, he ahí tu hijo… He ahí tu madre”. Jn. 19:26, 27.

Está palabra tan especial es dirigida a su madre, el corazón de María había sido traspasado por la espada; se la encarga a Juan, el discípulo amado. Nos dice el mismo Juan, en su evangelio, que desde aquella hora la recibió en su casa. 

4. La palabra del desamparo: “…Elí, Elí, ¿lama sabactani?… Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Mt. 27:46.

La agonía comenzó desde el Huerto de Getsemaní, pero no fueron los clavos, ni las espinas, ni la cruz, tampoco el látigo, ni el rechazo de la gente lo que le dolió más a Jesús, fue el desamparo del Padre el más grande dolor que él sintió. La espada de Jehová hiriendo al pastor (Zac. 13:7). Jehová cargó en él nuestros pecados (Is. 53:6).

5. La palabra de necesidad: “…Tengo sed”. Jn. 19:28.

Estás palabras no eran improvisadas, tampoco irracionales, Jesucristo estaba cuidando cumplir cada profecía mesiánica, hacía un milenio que se había pronunciado por David (Sal. 69:21 cf. Mt. 27:48). “Para que la Escritura se cumpliese”. Por otro lado, Jesús era tan humano como nosotros, y literalmente sintió una terrible sed.

6. La palabra de consumación: “…Consumado es”. Jn. 19:30. 

La obra que el Padre le había encomendado fue acabada con éxito, Jesús estaba cumpliendo lo que la ley y los profetas anunciaron de él. La palabra consumado, también se puede traducir como 'la cuenta está pagada'. El sacrificio de Cristo satisfizo la exigencias, y condiciones para la reconciliación del hombre para con Dios. (Ro. 5:1).

7. La palabra del regreso: “…Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”. Lc. 23:46.

Después de decir esta última palabra, nuestro redentor murió; el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrió paso a la resurrección tal como dice en Mateo 27:50-53. Además el centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, temieron y creyeron, Mateo 27:54. La muerte de Jesús tuvo repercusiones en el mundo físico y en el ámbito espiritual; pero la más importante es que ahora tenemos entrada al Padre por medio de él, y la vida eterna.