"LAS SIETE REGLAS DEL GALLO"

La creación de Dios está llena de enseñanzas para nosotros; Dios uso a un asna para mostrar la ceguera espiritual de Balaam; Núm. 22:33  “El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.” A los pajarillos para mostrar su dependencia de Dios;  Mat. 6:26  Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

En está ocasión quiero compartirte algunas enseñanzas de un ‘animalito’ que oímos todas las mañanas y me refiero al “gallo”.

No es un ave muy extraordinaria pues ni vuela completamente, ni tampoco es la más rápida en tierra. Dios uso a un gallo para hacer volver a Pedro de su error, y para recordarle la Palabra dicha por el Señor. De la misma manera Dios nos puede usar a nosotros de la manera que él quiera, aún cuando no seamos tan extraordinarios.

EN LA BIBLIA DICE:

Mat. 26:74,75  “Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo. Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho: Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.”

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Dicen que el gallo se rige por siete reglas, son muy interesantes vamos a analizarlas y aplicarlas a nuestra vida diaria.

1-   El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).

La Palabra de Dios dice que debemos ser diligentes para el trabajo, David decía: ‘temprano yo te buscaré, de madrugada me presentaré a ti’ el gallo es el primero en dar gracias. No se cual sea tu tarea, pero si Dios te ha encomendado hacer algo, hazlo.

2-   El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.

Los ruiseñores son aquellas personas que son mejores que nosotros en algunas áreas de la vida, hay quienes escriben mucho mejor que yo, pero eso no es motivo para que deje de escribir lo que Dios me ha dado; no porque otro cante mejor que tú, vas a dejar de alabar a Dios, etc. Lo poco o mucho que hagas hazlo con pasión, amor, y esfuerzo.

3-   El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.

El que le sirve al hombre recompensa tendrá de hombre, y el que le sirve a Dios por Dios será recompensado. ¿De quién esperas la recompensa?

Col. 3:23,24 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”

                                            

4-   El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.

A nadie le gusta que le despierten de su sueño, pero es necesario, mientras todos duermen el gallo  ya está despierto, y despertando a los demás. Cuántos cristianos están en un sueño espiritual y es preciso despertarles.

Efe. 5:14  “Por lo cual dice:

 Despiértate, tú que duermes,

 Y levántate de los muertos,

 Y te alumbrará Cristo.”

5-   El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.

Es preciso dar las buenas nuevas del evangelio de Cristo, esta es la noticia que tenemos que dar al mundo: Mar. 1:15  diciendo: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.”

6-   El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.

Creo que no existe que gallo que no cante, porque un día no tuvo ganas de hacerlo. Que en tu empresa o en la obra de Dios siempre cuenten contigo, que fácil es poner excusas, se responsable en tu trabajo o ministerio.

1Co 4:2  “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.”

                                              

7-   El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.

En realidad debemos de saber que muy pocas veces se reconoce la labor que hacemos. Una mujer que atiende a su esposo y a sus hijos muy pocas veces, o nunca le dan gracias por lo que hace en el hogar, a veces solo recibe reproches por lo que hace. Un marido que trabaja toda la semana para que no le falte nada a su familia sin ser gratificado por los suyos es otro ejemplo. Suele suceder en lo espiritual también, que no se recibe nada de parte de los hombres por orar por otra persona, por evangelizarla, pero hay un Dios justo que nos va a recompensar y a bendecir siempre. Heb. 6:10.  “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.”

1Co. 10:31  “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”

Después de haber analizado estas reglas, ahora hay que llevarlas a la práctica con la ayuda de Dios. ¡Dios te bendiga y te guarde! Amén.